DÍA INTERNACIONAL DA ELIMINACIÓN DA VIOLENCIA CARA AS MULLERES
Para conmemorar o Día Internacional da Eliminación da Violencia cara as Mulleres o club de lectura A árbore vermella adicará, como o pasado ano, a vindeira sesión a colaborar na elaboración dunha tea solidaria (click aquí e aquí), proxecto que leva impulsando o noso compañeiro Víctor, do Dpto. de Plástica, dende hai anos. Ademais, elaboraremos 60 lazos morados, para lembrar as 60 mulleres asasinadas no que levamos de ano, e todos os membros do club de lectura os levaremos postos e repartiremos os restantes entre aqueles compañeiros que queiran levalos.
A sesión comezará coa lectura de dous poemas, o primeiro, Amores cativos, de Rosalía de Castro:
Era delor i era cólera,
era medo i aversión, era un amor sin medida,
¡era un castigo de Dios!
Que hai uns negros amores de índole ponzoñenta
que privan os espritos, que turvan as conciencias,
que morden si acariñan, que cando miran queiman,
que dan dores de rabia, que manchan e que afrentan.
Máis val morrer de friaxen
que quentarse á súa fogueira.
e o segundo de Agustín García Calvo, Libre te quiero (aquí tedes a musicalización de Amancio Prada) :
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
A continuación leremos e escoitaremos María se bebe las calles, de Pasión Vega:
María pensó que el amor
era un mandamiento de dos
y esperando el primer beso
se hace vieja ante el espejo
y limpia su llanto
maquilla sus heridas
y se le va la vida.
Recuerda la primera vez
que él le juró que fue sin querer
y en los hijos que vivieron
prisioneros de su miedo,
María soñaba con ser la princesa
de los cabellos de oro
y la boca de fresa.
María se fue una mañana
María sin decir nada
María ya no tiene miedo
María empieza de nuevo
María yo te necesito
María escapó de su grito
se bebe las calles María...
Ella nunca dice que no,
es la esclava de su señor
ella siempre lo perdona
a sus pies sobre la lona,
su patria es su casa
su mundo la cocina
y se le viene encima.
Un día dejó el corazón
abandonado en su colchón
solo piensa en ver su cuerpo
¡ay! del quinto mandamiento
María no tiene color en la sangre
María se apaga y no lo sabe nadie.
María se fue una mañana
María sin decir nada
María ya no tiene miedo
María empieza de nuevo
María yo te necesito
María escapó de sus gritos
se bebe las calles María...
María se fue una mañana
María sin decir nada
María ya no tiene miedo
María empieza de nuevo
María yo te necesito
María escapó de sus gritos
se bebe las calles María...
María pensó que el amor
era un mandamiento de dos...
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